Las adquisiciones estratégicas no son simples transacciones. Son decisiones que transforman. En Grupo AG, creemos que crecer con sentido implica mucho más que incorporar activos: significa integrar culturas, fortalecer el talento local y construir en conjunto nuevas oportunidades. Por eso, lo que estamos viviendo hoy no es solo una expansión: es una evolución profunda que reafirma quiénes somos y hacia dónde vamos.
Hace unos meses firmamos un acuerdo con la compañía global Bekaert para adquirir tres de sus operaciones industriales: Ideal Alambrec (Ecuador), Vicson (Venezuela) y BIA Alambres (Costa Rica). Se trata de un paso decisivo dentro de nuestra visión al 2028 y una de las transformaciones más relevantes en nuestra historia reciente.
Un movimiento que conecta capacidades, mercados y propósito
Esta adquisición amplía significativamente nuestra huella regional y nos permite fortalecer nuestra especialización en trefilados de acero, incorporando procesos de clase mundial, productos de alto valor agregado y marcas reconocidas por su calidad y trayectoria. Más allá de la capacidad productiva que sumamos —un estimado de 298 toneladas adicionales—, esta integración representa una oportunidad para seguir construyendo alianzas duraderas y potenciar nuestras capacidades operativas en mercados clave de América Latina.
Sabemos que el verdadero valor de una adquisición está en las personas. Por eso, la continuidad de los equipos locales en Ecuador, Venezuela y Costa Rica será uno de los pilares del proceso de integración. Creemos profundamente en el trabajo colaborativo, en el respeto por la cultura de cada operación y en la posibilidad de aprender mutuamente para crecer juntos.
Además, este paso consolida nuestro posicionamiento como una multilatina del acero, con mayor alcance, más experiencia acumulada y una visión compartida: aportar al desarrollo de la región desde la industria, con innovación, eficiencia y compromiso.

La visión de futuro empieza hoy
La decisión de Bekaert de reorientar su estrategia global abre para nosotros una oportunidad única: dar continuidad a operaciones industriales con alto potencial, en mercados donde ya existe una demanda clara y una trayectoria sólida. En Grupo AG, asumimos ese desafío con responsabilidad, conscientes de que cada planta, cada equipo, cada producto, representa una historia que queremos honrar y proyectar hacia el futuro.
Esta integración se enmarca en un proceso más amplio de transformación organizacional, con el cual estamos fortaleciendo nuestras estructuras internas, impulsando una cultura de alta colaboración y proyectando una nueva etapa de crecimiento, más ágil, conectada y centrada en las personas.
Lo que viene es un nuevo capítulo en nuestra historia. Uno que se construye sobre bases firmes, con visión compartida y con la convicción de que el acero que transforma regiones es el que se forja con propósito.