En Grupo AG creemos que el desarrollo industrial debe ir de la mano con el bienestar de las personas y el cuidado del entorno. Por eso, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, compartimos un hito que representa mucho más que una mejora técnica: el potenciamiento de nuestra Planta de Acería, ubicada en el Parque Industrial Sidegua, donde operamos el horno de arco eléctrico más grande de la región.
Iniciamos un proceso de modernización que incluyó la renovación total de nuestro sistema de tratamiento de humos y la instalación de un nuevo sistema de compensación eléctrica. Esta transformación mejora la eficiencia operativa, reduce significativamente nuestro impacto ambiental y fortalece la estabilidad energética del país. Porque cada decisión que tomamos está guiada por nuestro propósito: mejorar vidas para transformar nuestra sociedad.
Aire más limpio, procesos más eficientes
Nuestro horno de arco eléctrico, el más grande de su tipo en Centroamérica y el Caribe, ahora está acompañado de una nueva planta de tratamiento de humos que capta gases y partículas generadas durante la fusión del acero. Esto reduce emisiones, mejora la eficiencia energética del proceso, permite mayores velocidades operativas y fortalece la producción de palanquilla —un producto estratégico para la industria del acero nacional y regional.
El resultado es doblemente valioso: calidad de aire para las comunidades y mayor capacidad para responder al mercado con una cadena de suministro más sólida y confiable.
Tecnología que estabiliza el sistema eléctrico del país
Durante esta fase de modernización también instalamos un compensador estático de potencia reactiva (SVC). ¿La traducción? Un sistema que mejora la estabilidad del voltaje y reduce el impacto de nuestro consumo energético en el Sistema Nacional. Esta no es solo una mejora interna; es una contribución directa a la infraestructura energética de Guatemala.
Este Potenciamiento no es solo de acero, humo y voltaje. Es de talento. Más de 230 colaboradores entre equipos internos y aliados trabajaron con precisión, seguridad y compromiso durante el proceso. Cada persona recibió capacitación específica, porque en Grupo AG, la salud y el bienestar integral no se negocian.
Invertimos en tecnología, sí. Pero sobre todo, invertimos en nuestra razón de ser.
Porque detrás de cada decisión técnica hay un propósito más grande: transformar nuestra industria con responsabilidad, visión de largo plazo y compromiso con nuestro entorno. Esta inversión en la Planta de Acería es una apuesta por una operación más limpia, más eficiente y más consciente del rol que jugamos como líderes industriales en Guatemala y en la región.
Modernizar nuestros procesos también significa modernizar nuestra forma de pensar el desarrollo. Es cuidar el aire que respiramos, optimizar el uso de energía, anticipar necesidades futuras y contribuir activamente a una cadena de suministro más confiable y sostenible.
En Grupo AG, seguiremos invirtiendo donde más importa: en soluciones que eleven la calidad de vida, impulsen el crecimiento responsable y reflejen, en cada acción, nuestro propósito de mejorar vidas para transformar la sociedad. Este proyecto es una muestra clara de que juntos, sí estamos construyendo el cambio.
